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jueves, 10 de septiembre de 2015

ARTICULO DE OPINIÓN

CRÓNICA “DETRÁS DEL CIRCO CHINO”

Recopilación de la obra “La eterna parranda”

Alberto Salcedo Ramos, un cronista que se caracteriza por la sobriedad  en cada una de sus obras; en el que evita el rebusque de raras palabras y de tontos dramatismos; sino por el contrario es un contador de buenas historias; entre las que puedo nombrar Detrás de un circo chino, el cual hace parte del compendio de la obra “La eterna parranda”, la cual es una recopilación de las 27 mejores crónicas que ha escrito en los últimos 15 años y en su portada un grupo de música tocando tambores y clarinetes como una forma de hacer un homenaje a la Colombia sumida a una parranda eterna. Que dicho en sus propias palabras como una “Parranda no solo como fiestas, sino como disturbios de los sentidos, como espacio de irresponsabilidad…”

En la crónica, Detrás del circo chino, Salcedo narra los eventos que  acontecen a la llegada del Circo Chino de Pekín a Pereira. Describe de manera sencilla una historia y las vivencias que rodea a cada uno de sus personajes durante montaje del circo.

Dibuja en su crónica como Berlys de Ávila, observa como su marido delimita con cal el área en donde se levantará la carpa, acompañada con un equipaje en donde quizás no solo guarda cada una de sus pertenencias más preciada sino además los recuerdos que no piensa dejar atrás por más caminos que recorra.

Mientras esto sucede, según lo narra Salcedo, el capaz de cuadrilla empieza a reclutar personal para colaborar con el montaje del Circo. Y sin dar espera sacan de cuatro de los catorce tráiler las torres centrales, cables, madera, acero y bultos de lona para empezar a armar con destreza la carpa, hasta el punto que se concentran mejor  en cantar una balada de Leo Dan, según narra Salcedo.

Mientras el tiempo transcurre todo va tomando forma tras la aprobación del administrador Aaron Villavicencio, que según Salcedo era el único  que estaba sentado, fue un detalle que le llamó la atención, pero finalmente era el Administrador y así como él cada uno tenía una función que ejecutar durante el montaje del circo.

Salcedo, entre líneas relata como el administrador no le da importancia a ciertos eventos, pero quizás su prioridad era dónde se surtirán de agua mientras permanecían en Pereira.

Un aspecto que el narrador describe con detenimiento son los aspirantes a quienes se conocen como extras en el mundo del circo, y detalla cómo estos le explican al capataz de cuadrilla José Pechilingue sus habilidades circenses.

Salcedo, se detiene y observa  como las personas que hacen parte de la caravana incluyendo a Berlys de Ávila  la confunden con familias desplazadas por la violencia y los peatones evitan en lo posible el contacto con ellos.

Muchos los ignoran, quizás porque viven una vida andariega cargando su propia carpa y la plantan lejos del fulgor  de las pistas, a donde no llega ni el más remoto eco de los aplausos, así con esta tristeza lo narra Salcedo.

Y el tiempo transcurre y muchos comentan la ilusión y orgullo de ser artistas de circo a cambio de vente mil y treinta mil pesos, sobre todos a las mujeres quienes, según Salcedo son el soporte de esta aventura.

Por eso, los dueños del circo se alegran cada vez que brotan un nuevo romance bajo la carpa, como es el caso del amorío más reciente de Cesar Cabeza con María Barrios, que después de cuatro días de haberse conocido empezaron a vivir juntos.

Y así Salcedo termina su crónica relatando como  hasta muy tarde de la noche, la imponente carpa Circo Chino de Pekín ya está lista en la espera de dos mil quinientas personas en cada una de las funciones diarias de lunes a viernes y tres los sábados y domingos. Y que al momento de abrir el telón todas las lágrimas y sudores que costó armar la carpa no son tan importantes como el circo mismo.

JULIÁN MESINO ESTRADA

GRUPO GD5 

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